Un mérito que tendrá reconocimiento
El historiador, periodista y catedrático Javier Villarreal Lozano recibirá el 30 de enero la Presea IMARC
2002
Por Eduardo Santos En una pequeña, pero vasta biblioteca, Javier Villarreal
Lozano pasó parte de su niñez, fue natural el acercamiento al mundo de la literatura, y si el gusto por los libros le viene
de familia, posiblemente también su afición por el arte, pues su padre fue un melómano de lo clásico y su mamá una apasionada
del piano. El Instituto Mexicano Norteamericano de Relaciones Culturales de Saltillo le dará la Presea IMARC 2002
al Mérito Cultural el próximo 30 de enero, noticia que sorprendió al periodista, quien inició su labor cultural sin el afán
de obtener reconocimiento a cambio. "En principio fue una sorpresa muy agradable el que se hayan fijado en mi persona
para recibir la presea de un Instituto tan prestigiado, uno no trabaja para eso, pero cuando ocurre siempre es una satisfacción",
comentó el director del Centro Cultural Vito Alessio Robles. Villarreal Lozano explicó que la promotoría cultural
es como una extensión del sistema educativo, pues la función de centros como el Vito Alessio Robles es aumentar en el público
el caudal de conocimientos que se adquieren en el aula, por ello la importancia del perfil que deben reunir el promotor cultural. "Primero,
debe tener una gran pasión por el trabajo y en segundo lugar ser consciente de que cuando uno tiene la suerte de ocupar un
lugar en donde se pueda promover la cultura, no todo debe quedar supeditado a sus gustos, sino que debe abrir las puertas
a otras manifestaciones le sean o no las preferidas". Y aunque Saltillo pasa por un buen momento cultural, Javier
Villarreal aclaró que en estas cuestiones nunca se debe pensar en que se llegó a la meta. "Nosotros (en el Centro
Cultural Vito Alessio Robles) hemos tenido varias exposiciones en las que hemos registrado más de 10 mil visitantes eso quiere
decir que la cultura ya ocupa una parte importante en la vida de los saltillenses, de muchos, no de todos", aclaró, "en ningún
lugar del mundo ocurre esto". Historiador, periodista, hombre de letras, catedrático y funcionario cultural, son
algunos de los roles que juega Javier Villarreal Lozano, a través de los cuales enriquece el conocer de los saltillenses
y da un ejemplo de espíritu incansable. "Yo soy muy afortunado también en eso, quienes trabajan conmigo me llaman
a mis espaldas 'el contigo aprendí... que la semana tiene más de siete días'", ríe, "yo viví en aquellos periódicos donde
no había domingos, no había casi días de descanso, a veces, años en que no había vacaciones. "Para mí, llegar a mi
casa, sentarme en la biblioteca un rato, escribir, leer, pues no es un trabajo, es parte de un quehacer diario, igual que
dar clases. Y me alcanza el tiempo, espero que no se cumpla conmigo la sentencia esa de 'el que mucho abarca poco aprieta',
pero me siento satisfecho de hacer tantas cosas", manifestó. Y aunque el profesor de la Escuela de Ciencias de la
Comunicación disfruta cada una de las actividades que realiza, mencionó que el periodismo y la docencia representan sus
dos grandes pasiones, además de sentir un gran respeto por la belleza y el trabajo bien hecho de los artistas. Cargado
de una buena dosis de sentido del humor, Villarreal explicó que la difusión cultural tiene tanta importancia como cuando en
una ocasión se refirió a la poesía Paul Edward, al afirmar "es una cosa indispensable que no sirve para nada". "Dice
alguien por ahí, 'es la única demostración concreta de la existencia del hombre', no sé qué seríamos sin arte, sin literatura,
no seríamos lo que somos, no seríamos seres humanos tal como nos conocemos", concluyó.
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