on las 18:30 horas, Martín tiene una cita con una estrella
con forma de media luna, más tarde, Saturno se hará visible para él y al caer la madrugada, Júpiter será quien lo estará esperando.
Observar el cielo y las maravillas del universo, a través del telescopio artesanal de Martín Delgado Serna, se ha convertido
en un atractivo más de la Plaza México, mejor conocida como el Mirador de Saltillo.
Todo comenzó cuando a Martín Delgado Serna le regalaron un telescopio usado, no dudó en agregarle lentes y adecuarlo para
que tuviera un mayor alcance, pues a sus 62 años cuenta con un espíritu creativo incansable.
Desde hace ocho meses, a partir de las 16:00 horas aparecen en el Mirador, "El Señor del Telescopio", como le llaman, y
su mujer Hilda María Fuentes, con quien
comparte todas sus obsesiones incluyendo la de ser fanático de las estrellas.
"Para mí fue un gusto haber encontrado a Saturno después de tanto estar viendo estrellas, otro día de tantos, me asombró
ver una bola muy brillante y unas estrellas arriba y abajo, me supongo que es Júpiter", explicó Delgado Serna.
Y es que "El Señor del Telescopio" tiene una amplia agenda astrológica en su mente, sabe que a las 20:00 y 21:00 horas
es cuando mejor se puede admirar a Júpiter y Saturno desde las 2:00 horas hasta la madrugada.
"No los quiero perder de vista por eso los veo todos los días para saber en qué posición están, para que no se me pierdan.
"Sobre todo Saturno y Júpiter, que son los únicos que puedo ver, tal vez los otros estén más retirados, porque muchas estrellas
que he visto tienen como rueditas, otras sólo relampaguean, me imagino yo que son planetas", mencionó.
Admirar el cielo es para Martín una manera de relajarse, aunque reconoció que hay quienes piensan que está loco, sólo por
realizar una de sus obsesiones.
Delgado Serna siempre quiso dedicarse a la publicidad, sin embargo por falta de estudios se entregó en cuerpo y alma a
la carpintería, donde hacía diseños muy
elaborados, pero mal pagados.
Las ganas de superarse lo llevaron a tomar cursos de pintura con Eloy Cerecero, pero por problemas en su trabajo tuvo que
suspenderlos, no sin antes comprar una colección de libros para seguir aprendiendo.
"Una cosa que si me duele es no haber estudiado, nomás la primaria", confesó el hombre con sus ojos llenos de nostalgia.
La sed de aprendizaje ha sido la motivación principal para que Martín construyera su telescopio, además de comprar libros
para explicar un poco de astronomía a quienes se acercan al Mirador y se le piden en renta el telescopio.
"Muchas personas me han preguntado, sobre todo de la Luna, yo a mis 62 años apenas estoy descubriendo qué son los cráteres,
los rosetones, y unas manchas que se ven que son los mares, no se trata de que sea agua, así se les llama a las manchas que
tienen Marte y la Luna", detalló.
Por cinco pesos, turistas de diferentes partes de la República y del extranjero admiran Saltillo y su cielo a través del
telescopio de Martín, incluso hay quienes le piden que se los venda.
"Yo les contesto, 'no esto es parte de mi vida, tiene un valor estimativo para mí, por nada podría yo venderlo, prefiero
andar vendiendo semillas'", indicó.