La Camerata
invita a imaginar
Por Eduardo Santos
Las imágenes mentales que transportan a la frescura, belleza o la tranquilidad,
pasando por diferentes sensaciones fue lo provocado, otra vez, por un concierto de la Camerata de Coahuila, ofrecido en el
marco del 24 aniversario del Teatro de la Ciudad Fernando Soler. El sábado por la noche la música de Johann Sebastián Bach,
Guiseppe Verdi, Padre José Galles, Georges Bizet, Manuel de Falla y Tomás Bretón tomó vida bajo la dirección de Ramón Shade
y movimiento con la bailarina torreonense Itziar Muguerza. Eran las 20:00 horas cuando de los instrumentos comenzaron a
escucharse los primeros sonidos, de pronto, Itziar vestida como maja española con un abanico en mano, la frente en alto y
una sonrisa que no se desdibujó aportó una imagen más al auditorio que llenó la mitad del Soler. La música es el arte aparentemente
menos visual, es el más etéreo, no existe, no podemos agarrar con las manos la música, sólo entenderla con los oídos, es por
eso una de las artes más puras, comentó Ramón Shade. Mencionó que un cuadro puede estar colgado en un museo o pertenecer
a una ciudad, pero la música no, porque es de todos, se propaga a través del aire, nace, desarrolla y muere. Shade
reconoció que antes de aparecer las imágenes en su mente cuando se dedica a dirigir en un concierto, primero piensa en tener
el control de la situación para sacar adelante un mejor trabajo. Después de eso pasan imágenes, paisajes, es como cuando
uno recorre un camino que está a la mitad, igual en la música, uno no sabe qué hay en cada camino donde uno se mete. Natalia
Riazanova, subdirectora artística y concertino de la Cametata, dijo que, según la música, son las imágenes que pasan por su
mente cuando está en un concierto. A veces ves paisajes, tienes alguna poesía en la mente, incluso hay algunas piezas que
las representas con una copa de champaña con una cereza, siempre hay asociaciones visuales y emocionales también. Con autores
como Sostackovich provoca sentimientos encontrados y visiones de los terrores que ha tenido la gente, manifestó. Creo que
nosotros somos como actores en alguna pieza, sólo que éstos tienen las palabras y la actuación dramática o cómica, eso es
lo que nosotros hacemos con los instrumentos, a través de la música. Inclusive la visión del público puede ser diferente,
tu piensas que está muy alegre una pieza, pero para otro Mozart le puede parecer triste, mientras que para otros puede ser
el desbordamiento de alegría, así es la música clásica, recalcó. José Candido Ruiz Pérez, estudiante de 18 años, expresó
que el escuchar a la Camerata de Coahuila no le provoca imágenes mentales, pero sí sentimientos que varían dependiendo de
la canción. Te imaginas diferentes países según la música que escuchas, te transportas a esos lugares y tiempos y a lo
mejor quisiera uno estar viviendo en esas épocas, indicó Dolores Aguilar, maestra jubilada. Humberto Moreira Valdés, alcalde
de Saltillo asistió al concierto de la Camerata de Coahuila, a la cual, dijo, disfruta con entusiasmo. Vienen imágenes
de mucha tranquilidad y paz y además en el trabajo que uno tiene tan activo y de tantos sobresaltos, vienen momentos de mucha
calma, señaló.
ASÍ LO DIJO
La música es el arte aparentemente menos visual, es el más etéreo, no existe, no podemos agarrar con las manos la música,
sólo entenderla con los oídos, es por eso una de las artes más puras: Ramón Shade, director de la Camerata de Coahuila.
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