Un canto para el alma
Juan Gelman emociona a los
saltillenses durante una velada por
las 'Calles de Fuego de un Barrio
Irrompible'
Por Eduardo Santos
Si el oficio del poeta perdió prestigio, si las mujeres
ya no se enamoran tan fácil de ellos, si los poetas ya no consiguen que les fíe el señor de la tienda, en todo caso, Juan
Gelman evidenció el viernes que la poesía aún provoca un cúmulo de emociones y logra penetrar en el alma y los corazones.
El viernes a las 20:00 horas, en el Museo de las Aves, el poeta argentino visitó por primera vez la Ciudad para la lectura
poética "Calles de Fuego de un Barrio
Irrompible".
Aquella fue una noche fría y con neblina, Juan Gelman agradeció a los concurrentes, pero antes culpó a los prosistas de
la situación climática en Saltillo.
Con una mano, tomó el micrófono en la otra traía un cigarro que soltó para comenzar la lectura de poesía que algunos conocían
y se dedicaron a repetir en voz
baja, otros la leyeron con él, le aplaudieron y hubo quienes se emocionaron hasta las lágrimas.
Y es que Juan Gelman demostró que no fue en vano su etiqueta de poeta diferente, innovador y revolucionario que le impusieron,
la cual le costó estar dos veces en la cárcel y ser exiliado de Argentina en 1976.
"Unos comenzaron a escribir poesía política, fuerte, diferente, en ese sentido a la que venía antes, se vino mucho panfleto
inútil, pero eso ocurre con cualquier tema, hay poemas de amor espantosos, finalmente creo que el único tema en la poesía
es la poesía y que por eso puede hablar de cualquier cosa", comentó Juan Gelman en entrevista.
"Me parece muy difícil vivir sin amor..."
La niñez, el otoño, el amor y la revolución son las obsesiones que mueven la inspiración este poeta quien descarta manejar
temas en sus escritos.
"Son las obsesiones que en realidad uno explora, yo creo que eso le pasa a todo el mundo, o a casi todo el mundo y se termina
escribiendo de un solo tema generalmente, por eso como dijo Paz alguna vez 'lo que se termina queriendo hacer, es un sólo
poema', no por la cantidad, sino por conseguir el poema, es la búsqueda de siempre, que por más que uno sabe que es imposible,
sigue insistiendo por las dudas, a ver qué ocurre".
Para el ganador del Premio Juan Rulfo en el 2000, además de su poema "Límites", éstos existen en la poesía y se encuentran
principalmente en la lengua.
"Esa es la pelea de todo el tiempo, ver cómo esos límites se pueden superar y a su vez van a territorios desconocidos;
entonces son como un acicate, son territorios no nombrados, descubrir qué son, ponerles nombres, si es posible, y si uno tiene
suerte lo consigue".
Gelman también es periodista y considera que la poesía y el periodismo son géneros literarios distintos, viven en el mismo
edificio y además se llevan bien.
"Hay quienes se sobresaltan cuando yo digo que el periodismo es un género literario, pero ni modo, se hace con letras,
puede ser bueno o malo, puede estar bien o mal escrito, pero pasa lo mismo con la ficción o con la poesía.
"Yo creo que el periodismo me ha ayudado como persona y por ende, también como poeta, sobre todo en la época en que yo
era cronista, salía a la calle y descubrí mundos muy distintos", expresó.
"Si me dieran a elegir, yo elegiría este amor con que odio..."
La dictadura militar en Argentina, le arrebató a un hijo y a una nieta nacida en un campo de detención clandestino, sin
embargo Juan Gelman descarta tener rencor hacia la vida.
"Odio a los asesinos, eso sin duda, pero eso no es rencor y claro que los asesinos están más o menos individualizados,
y no todo el mundo lo es, la mayoría no", enfatizó.
Vivir en México le produce paz, aquí encontró solidaridad, compañía y una visión distinta de su natal Argentina, país al
que ve mejor desde tierra azteca, aunque reconoce, está peor debido a la crisis económica.
"Ya no puedo hacer una vida ahí, pesan demasiadas cosas trágicas y terribles, yo camino sin voluntad de hacer una peregrinación
y me encuentro con lugares cafés, donde me vi con tal o cual, al que mataron, con tal otro que ya no existe, etcétera", finalizó.
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